Electroshock (Terapia electroconvulsiva)

Electroshock (Terapia electroconvulsiva)

Hace unos días ha saltado a los medios de comunicación una noticia que vuelve a cuestionar un tratamiento psiquiátrico, a criticar también la actitud de los psiquiatras que lo han prescrito, e, incluso, la del juez que autoriza dicho tratamiento, tratamiento llevado a cabo en contra de la voluntad expresa del paciente y la de su familia.

¿Qué es la Terapia Electroconvulsiva (TEC)

La Terapia Electroconvulsiva (TEC), consiste en la aplicación de unos electrodos en la cabeza y provocar una descarga de corriente eléctrica con el objetivo de producir una convulsión en el cerebro. Se ha constatado que la actividad convulsiva que se produce puede ayudar al cerebro a «reconectarse» a sí mismo, lo que contribuye a aliviar ciertos síntomas, sobre todo los depresivos y en algunos casos extremos de catatonia.

La Terapia Electroconvulsiva (TEC) siempre se realiza en un hospital con el paciente sedado o anestesiado. Se aplica un relajante muscular previo para minimizar los efectos secundarios. Después se colocan electrodos sobre el cuero cabelludo del enfermo, de los cuales dos sirven para monitorizar la actividad cerebral, y los otros dos se utilizan para distribuir la corriente eléctrica.

La descarga se aplica durante 40 segundos, produciéndose solo un ligero movimientos de los pies y manos. La terapia electroconvulsiva (TEC) se administra una vez cada 2 a 5 días, durante un total de 6 a 12 sesiones. Cuando el paciente despierta suele tener una amnesia lacunar, y es llevado a un área de recuperación y de supervisión médica. Una vez despierto puede ir a su domicilio, siempre acompañado

¿Cuándo puede recomendarse la Terapia Electroconvulsiva (TEC)?

Las indicaciones del TEC son en la actualidad las siguientes:

  • Depresión severa con síntomas psicóticos e ideas de suicidio que no ha respondido a antidepresivos.
  • Depresión muy grave en embarazadas.
  • Imposibilidad de prescribir antidepresivos.
  • Con mucha menos frecuencia, se puede utilizar para manía, catatonía y psicosis que no mejoran lo suficiente con otros tratamientos.

A pesar de su “mala prensa” por los déficits de memoria que se han descrito, la TEC, desde que se introdujo en los años 1930 sigue siendo una terapia útil y eficaz utilizada por la psiquiatría europea y americana sin ningún problema.

Además, en la actualidad, al disminuir notablemente la dosis de electricidad empleada en el procedimiento, se han reducido también de forma notable los efectos secundarios de esta terapia biológica. No obstante, la Terapia electroconvulsiva TEC puede presentar algunos efectos secundarios, los más destacados serían los siguientes:

Efectos secundarios destacados tras la Terapia Electroconvulsiva (TEC)

  • Confusión por un período muy breve
  • Dolor de cabeza que remite en unas horas
  • Modificaciones en la tensión arterial
  • Pérdida de la memoria del hecho (es poco común).
  • Sensación nauseosa.
  • Taquicardia.

En resumen, se puede afirmar que, a fecha de hoy, la TEC no es una práctica terapéutica cruel, violenta y pasada de moda como los antipsiquiatras pregonan. Al contrario, utilizándola solo en aquellos casos concretos en los que esta indicada, puede ser una forma de reducir el sufrimiento del enfermo e incluso de salvarle la vida. Esta terapia debe de contar con el expreso consentimiento informado del paciente o, en su caso, de su representante legal.

Siempre, y ante cualquier duda o discrepancia que exista, la autorización judicial es preceptiva y una forma de garantía de derechos y libertades del enfermo y, también, de protección de la responsabilidad del profesional sanitario.

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