Fármacos y Psiquiatría

Fármacos y Psiquiatría

Fármacos y psiquiatría es una unión harto frecuente por necesaria y eficaz. En Psiquiatría los tratamientos farmacológicos que más frecuentemente se emplean se pueden agrupar, en esencia, en cuatro grandes apartados que enumeramos a continuación:

  • Ansiolíticos
  • Antidepresivos
  • Antipsicóticos
  • Eutimizantes

Por lo que respecta a los ansiolíticos (medicamentos anti-ansiedad) los más utilizados son los derivados benzodiacepinicos cuyo más genuino representante es el diacepam, conocido comercialmente como “Valium”. Dentro de los ansiolíticos o tranquilizantes debemos tener en cuenta de manera destacada su vida media, ya que ello va a condicionar en gran medida la forma en como deben ser utilizados.

 

En líneas generales son siempre preferibles las benzodiacepinas que posean una vida media larga como ocurre con el Diacepam (Valium), Ketazolam (Sedotime) Cloracepato (Tranxilium), ya que permiten una posología más cómoda y además, y esto es lo mas importante, tienen menos capacidad de generar dependencia. No obstante utilizar una u otra benzodiacepina deberá también estar en función del tipo de trastorno (Ataque de pánico, ansiedad generalizada, fobia, estrés agudo, etc.), la edad (los ancianos son mucho más sensibles y además sufren efectos paradójicos), el consumo de otras sustancias (si existen adicciones no son muy recomendables), etc.

Así, por ejemplo, es de elección en el trastorno de pánico el Alprazolam (Trankimazín) tanto en su forma normal o en la Retard. En los ancianos se recomienda el uso del Loracepam (Orfidal) al tener una metabolización más limpia. Cuando se busca un efecto miorelajante es más recomendable el diacepam (Valium) o el Clonacepam (Rivotril). Cuando de lo que se trata es de conseguir una acción hipnótica es preferible el Midazolam (Dormicum) o el Lormetazepam (Noctamid).

Por lo que respecta a los antidepresivos, los más utilizados son los llamados I.S.R.S., (Inhibidores Selectivos de la Recaptación de Serotonina) ya que son sustancias bastante seguras, eficaces y de cómoda posología. Dentro de estos los más utilizados el Escitalopram (Cipralex), Paroxetina (Seroxat), Fluoxetina (Prozac) y Sertralina (Besitran). También se usan cada vez más los llamados antidepresivos duales como la Venlafaxina (Vandral), Duloxetina (Xeristar) y Desvenlafaxina (Pristiq), estos actúan por dos vías diferentes y tienen un mayor poder antidepresivo.

Los ISRS están indicados también para tratar los trastornos alimentarios (anorexia y bulimia), los trastornos en el control de los impulsos (ludopatía, dipsomanía) y el trastorno obsesivo compulsivo entre otros, aunque sí bien es cierto que en estos casos la dosificación varía sensiblemente en con respecto a la que se emplea cuando lo que se busca es su acción antidepresiva, siendo en estas patologías y en líneas generales una dosis más alta.

Por lo que respecta a los neurolépticos o antipsicóticos, hay que empezar por señalar que son sustancias seguras y eficaces y su utilización esencial es para neutralizar los síntomas de las psicosis. Dentro de los neurolépticos los más aconsejables son los mas modernos como la Risperidona (Risperdal) , Olanzapina (Zyprexa), Paliperidona (Invega), el aripiprazol (Abilify) ya que poseyendo la misma eficacia que los clásicos (Haloperidol, Largactil, Meleril, Leponex), tienen muchos menos efectos secundarios.

Concretamente la Risperidona y la Paliperidona, sobre todo por vía intramuscular en una sola inyección mensual, son neurolépticos de elección en todas la s psicosis, también en cuadros de agitación, trastornos de conducta, agresividad, trastornos del sueño refractarios a los hipnóticos convencionales, etc. Aunque su principal indicación son las psicosis, también se pueden utilizar en las demencias, algunos déficits intelectuales, ciertos trastornos de la personalidad, etc., donde están dando excelentes resultados como tratamiento sintomático.

Por último tenemos los llamados Eutimizantes, dentro este grupo esta el Litio y algunos fármacos como la Lamotrigina, Acido Valproico y el Topiramato. Todos ellos utilizados en el trastorno bipolar como preventivos de las descompensaciones que con frecuencia sufren estos enfermos.

A pesar de la injusta mala prensa que tienen en líneas generales los psicofarmacos, no son ni mas ni menos peligrosos que otro tipo de medicamentos. Hay que utilizarlos con cautela siempre y después de un diagnóstico preciso. Hay también que vigilar su consumo prolongado siendo necesario en algunos casos controles de sangre periódicos y a veces también electrocardiologicos

En líneas generales cuando se utilicen psicofármacos aconsejamos lo siguiente:

  • Evitar siempre que sea posible la polifarmacia.
  • No automedicarse nunca.
  • Tener en cuenta la existencia de un “periodo de latencia” antes de pensar que no son eficaces (especialmente en los antidepresivos).
  • Utilizarlos dosis adecuadas, es decir la que recomienda el medico.
  • Conocer los efectos secundarios más frecuentes para evitar abandonos o infradosificación.
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