José Carlos Fuertes Médico Psiquiatra

Celos. ¿Amor o Enfermedad?

Celos ¿Amor o Enfermedad?.

A mi entender los celos no sólo no tienen nada que ver con el amor, sino que serían más bien la antítesis de este. Los celosos son, esencialmente, individuos inseguros de sí mismos, que dudan de su capacidad de atracción y de su valía personal. Cualquiera les puede «hacer sombra», cualquiera es mejor y cualquiera también esta por encima de ellos. El celoso no ama a su pareja, sólo duda de su propia capacidad de conquista y como mucho sólo se ama así mismo.

Además de ser una persona insegura el individuo celoso es también un egoísta y un desconsiderado ya que se adjudica una posesión que no tiene: la de la persona amada. Es «suya» o “suyo”, y en consecuencia, como es de su propiedad, nadie se la puede arrebatar, ni tan siquiera mirar.

Posiblemente mi visión sobre los celos este deformada por mi profesión y los celosos y celosas a los que yo me refiero son los llamado «enfermos de celos» o celotipias. Es decir, personas que han perdido la cordura y se introducen por los vericuetos y perversos caminos de la locura. O, si lo prefieren, de la locura de amor, para hacerlo algo más poético.

Los celosos encajan en lo que los psiquiatras llamamos paranoia, una enfermedad grave donde las haya y de difícil tratamiento, sobre todo por la ausencia de conciencia de enfermedad que tienen los pacientes. Algunos celosos, los mas graves, tiene una convicción tan intensa y tan rígida que transforma toda su vida llegando a perder su estabilidad, e incluso, en algunos, los menos afortunadamente, llegan a tomar decisiones dramáticas y aplicar su justicia particular, acabando en el juzgado de guardia por un arrebato que en algunos casos da paso tristemente a un crimen pasional o un delito de lesiones graves.

Sin lugar a dudas son los paranoicos uno de los enfermos más peligrosos que existen, no sólo por lo sólido de sus convicciones, sino también y sobre todo, por el aspecto de salud que tienen, lo que les hace refractarios a los tratamientos que los psiquiatras les intentamos aplicar en las consultas. El paranoico/a es un enfermo “aparentemente” sano. Sus pensamientos, aun siendo falsos, tienen cierta coherencia y lógica. Son ideas que se pueden creer, no son estrafalarias o esperpénticas. Es más, con cierta frecuencia sus ideas delirantes se pueden llegar incluso a contagiar.

Obviamente una cosa es ser algo celoso y otra estar enfermo de celos. Lo primero puede ayudar, aunque yo no lo tengo nada claro, a darle chispa y aliciente a una relación. Lo segundo es un calvario, un martirio capaz de arruinar cualquier convivencia y de destruir la salud mental de la víctima.

Dice el refrán popular: “Quien no cela no ama”. Vale lo podemos aceptar aunque con reparos. Pero, cuidado, cuidado no traspasen la frontera y se deslicen por un camino peligroso del que luego es muy difícil cuando no imposible regresar: la enfermedad de los celos.

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