Las bebidas energéticas

Las bebidas energéticas

Se denominan bebidas energéticas aquellas que tiene alto contenido en cafeína en concreto más de 15 miligramos de esta sustancia por 100 mililitros de bebida. Normalmente, de media, las llamadas «bebidas energéticas» contienen 32 mg de cafeína/100 ml.

Para hacernos una idea y siguiendo a la AEMPS del Ministerio de Sanidad la cantidad se distribuyen de esta forma:

  • Volumen de lata: 250 ml
  • Cafeína total por lata: 80 mg de cafeína por lata
  • Equivalencia cafés expreso: 1 café expreso
  • Volumen de lata: 330 ml
  • Cafeína total por lata: 105,6 mg de cafeína por lata
  • Equivalencia cafés expreso: 1,32 cafés expreso
  • Volumen de lata: 500 ml
  • Cafeína total por lata: 160 mg de cafeína por lata
  • Equivalencia cafés expreso: 2 cafés expreso

Problemas del consumo excesivo de cafeína

Un consumo excesivo de cafeína puede provocar efectos fisiológicos no deseados que van desde la alteración del sueño, tanto en su conciliación como en su duración y mantenimiento, hasta alteración del comportamiento, o, incluso, trastornos cardiovasculares.

Por otro lado, un consumo regular de cafeína puede causar dependencia física moderada a partir de 100 mg/día y tolerancia a esta sustancia, creando la necesidad de consumir una dosis mayor que la inicial para conseguir un efecto similar al original.

La cafeína y sus consecuencias en jóvenes

El consumo de más de 60 miligramos de cafeína en adolescentes de 11 a 17 años (unos 200 mililitros de bebida energética con 32 mg de cafeína/100ml) puede provocar alteraciones del sueño. A partir de 160 miligramos de cafeína (500 mililitros de una bebida energética con 32 mg de cafeína/100ml), los efectos adversos pueden son inquietud, anorexia, insomnio, irritabilidad, temblor y ansiedad.

Por otro lado, es importante saber que no deben combinarse bebidas energéticas con bebidas alcohólicas. Estudios recientes demuestran que el consumo de alcohol mezclado o en combinación con bebidas energéticas conduce a estados subjetivos alterados que, entre otros efectos, incluyen una disminución de la percepción de intoxicación etílica.

Si la persona es deportista, hay que tener en cuenta que las bebidas energéticas no son bebidas diseñadas para la rehidratación. Por ello, no deben sustituir a la hidratación y recuperación de metabolitos por medios convencionales como el agua o, en su caso, a través de bebidas isotónicas.

Las altas concentraciones de cafeína son especialmente perjudiciales para personas con hipertensión o alteraciones del sueño, pudiendo agravar los síntomas. Los efectos adversos generales que podría ejercer la cafeína y otros ingredientes presentes en las bebidas energéticas dependen de nuestra masa corporal. Cuanto menor sea el peso, más alteraciones producirá en el organismo. Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN).

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