Nada concita mas interés, por ejemplo, que un accidente de carretera, todos reducimos la velocidad y miramos, quizá por morbo, puede que, por curiosidad, incluso, como una reacción semiautomática y primaria, el hecho cierto es que se forman colas y atascos sobre mas por la curiosidad que por la ocupación de la vía o carretera.
la agresividad es un instinto de los hombres
Lo que está demostrado es que la agresividad es un instinto que tienen tanto el hombre como los animales, es inherente al ser humano desde que habita este planeta ya que forma parte de su biología. La violencia en cambio es un producto resultado de la socialización y de la cultura, y en consecuencia, modulable y evitable. Somos agresivos, nos hacemos violentos, podría ser el titular.
¿Está aumentando la violencia en la sociedad del siglo XXI?
Y la pregunta que se hacen muchos es: ¿Está aumentando la violencia en la sociedad del siglo XXI? La respuesta seria depende. Si, depende, por ejemplo, de qué parámetros se usen para su medida y de con que la comparemos. También depende desde que óptica se haga el análisis. Hoy existe un exceso de información, “todo” nos llega y además, con una rapidez extrema. Somos conocedores de “todo” lo que esta pasando en el planeta por distante que este. Y quizá eso nos de la impresión de un incremento de la violencia social, aunque la realidad sea otra.
Quizá convendría que de vez en cuando echáramos la vista atrás, a esos otros tiempos que consideramos mas pacíficos, menos duros y nos llevaremos probablemente alguna sorpresa. El hombre de Neandertal, la antigua Roma, la Edad Media y los señores feudales, la Santa Inquisición, “Jack el destripador” o la misma guerra del Vietnam. El pasado esta lleno de violencia, eso si, mas lejana y no recordada por las redes ni por los mas media.
Tal vez por eso podamos pensar que vivimos en un mundo “extremadamente violento” aunque en mi opinión es mas una impresión que una realidad. Además, si así fuera, en nuestras manos esta pacificarlo y convertirlo en un mundo agradable y digno de ser disfrutado. La violencia no es agresividad, no es un elemento integrado en nuestros genes y cromosomas, sino aprendido en nuestras casas y en nuestras aulas.
Por otro lado, la violencia se une cada vez mas a las alteraciones de la mente, y de esa percepción, tenemos mucha parte de responsabilidad los médicos psiquiatras, los periodistas e informadores, los poderes públicos y en gran medida casi toda la sociedad. No me cansaré de repetir que el enfermo mental no es especialmente violento salvo en casos muy puntuales: cuando no este tratado medicamente y cuando estamos no ante enfermos en si, si no ante trastornos de la personalidad que no es lo mismo, aunque a algunos les parezca.